lunes, 8 de julio de 2013

Rugby - La continuidad

LA CONTINUIDAD
Como definición básica podría decirse que es la capacidad de mantener un ataque a pesar de los intentos del rival por detenerlo.
Pero casi todos coincidiríamos en que la continuidad es, en el rugby actual, lo que marca la diferencia entre la calidad de los equipos.
Cada equipo sabe y decide cómo obtener la pelota según sus posibilidades, pero no se puede establecer un patrón de juego basado únicamente en lo que se ha preparado para la primera fase, la que sigue a la obtención. Las defensas han progresado antes y en forma más eficaz que los ataques, y sólo sucesivas olas o fases de ataque organizadas pueden vulnerar defensas que tienen alto grado de sincronización y eficiencia. Y para lograr eso es imprescindible alcanzar continuidad en el ataque y, sobre todo, tener actitud mental de continuidad.

La continuidad implica hacer todo lo posible para que el ataque no se interrumpa. Y toda interrupción de un ataque obedece a dos causas:
·        La incapacidad del equipo que ataca para lograr superioridad numérica en el sector de la cancha por donde está atacando.
·        En el caso de lograr superioridad numérica, la incapacidad del equipo que ataca para superar la marca rival (o la virtud de la defensa rival para detener o interrumpir el ataque).
Estas dos causas señaladas traen como consecuencia una interrupción del ataque, que se manifiesta de dos maneras:
·        La situación de tackle o de contacto
·        El ruck o el maul, que no son más que situaciones de contacto no resueltas rápidamente.
Estas dos situaciones mencionadas pueden llevar a una detención del ataque en forma transitoria (el ataque continúa) o definitiva (el ataque no continúa, se pierde la posesión o se comete alguna infracción que deriva en una reiniciación del juego con la pelota detenida).
Una interrupción definitiva por supuesto que anula la continuidad del ataque, pero una interrupción transitoria deteriora la continuidad y por lo tanto la calidad del mismo. Dicho de una manera exagerada, los rucks y mauls son la demostración de la incapacidad de un equipo para mantener la pelota viva y en movimiento.
Si hubiera que emplear una palabra para señalar cuál es el requisito indispensable que necesita un equipo para mantener continuidad en su juego de ataque, esa palabra sería “control”. ¿En qué influye el “control”                        sobre la continuidad del juego de ataque? Veámoslo de esta manera: la continuidad de juego de un equipo depende de tres cosas:
a)  De la capacidad para poner más jugadores que el rival en el lugar de la cancha donde haya espacio para atacar. Esto es control del espacio.
b) De la capacidad para poner más jugadores que el rival en forma inmediata al producirse una situación de contacto. Para eso se necesita llegar antes que el rival a dicho punto de encuentro. Esto es control del tiempo.
c) De la capacidad de jugar la pelota correctamente en el contacto. Esto es control de pelota.

Pasemos a explicar brevemente qué se quiere explicar con estos conceptos.
Control del espacio: al decir que un equipo está en control del espacio se quiere decir que sus jugadores han encontrado y/o elegido ese espacio para atacar y han decidido ubicarse en él. Si el rival no tiene al menos la misma cantidad de jugadores allí, obviamente no puede controlar el espacio y es el equipo que ataca quien tiene dicho control. Quien más jugadores tiene en un lugar, más opciones tiene. Quien menos jugadores tiene en un lugar, más sujeto está a las decisiones del rival. El objetivo de controlar el espacio es en realidad alcanzar finalmente  el espacio más deseado por el equipo que ataca, que es el espacio que está detrás de la defensa rival (esto es ganar la espalda de los defensores).
Control del tiempo: para ubicar más jugadores que el rival en una situación de contacto en forma inmediata, el único secreto es llegar antesque el rival a esos puntos de encuentro. Y eso se logra acelerando en los primeros pasos luego de la formación anterior; no quedándose ni un segundo de más en el piso en ninguna circunstancia. Los primeros pasos luego de levantarse del piso deben ser los más rápidos. Eso pone al jugador en inmediata disponibilidad para participar de nuevo activamente en el juego. Si los jugadores del equipo que ataca llegan en mayor cantidad y en menor tiempo a las situaciones de contacto, la continuidad está asegurada: mantienen el control.
Por supuesto, la distribución de jugadores en la cancha resulta esencial. Al siguiente punto de encuentro sólo debe llegar la cantidad de jugadores que aseguren el mantenimiento de la posesión de la pelota y por lo tanto la continuidad. El resto, distribuido en apoyo desplegado o anticipando el posible punto de encuentro siguiente. La distribución funcional de jugadores en ataque, por lo tanto, es importantísima para mantener el control del espacio y el control del tiempo (la anticipación en la llegada). Y queda claro el papel esencial del apoyo, imprescindible para asegurar la continuidad, lo que muestra cómo se entrelazan los principios básicos del juego.
Control de la pelota: depende de la destreza para enfrentar el contacto y para jugar en el contacto cuando éste es inevitable. Esto puede ser jugar “ante” el contacto (cuando es inmediatamente antes del mismo),“al” contacto (en el mismo momento en que se hace contacto) o “sobre” el contacto (cuando es inmediatamente después). Si, como se dice, el juego en el contacto es el verdadero test para cada jugador, el “aprobado” sería la correcta liberación de pelota o pase de pelota en el contacto sin perder calidad de ataque o aún más, mejorando la calidad del ataque. Un pase deficiente en el contacto arruina la continuidad del ataque. Un pase antes de tiempo no anula al defensor (lo deja disponible para marcar al siguiente atacante), pero si el pase es técnicamente correcto, por supuesto que es preferible a la situación anterior. En cambio, las dos situaciones ideales se ven cuando entre el pase (antes) y el contacto con el rival (después) transcurre menos de un segundo, o a la inversa, cuando entre el contacto con el rival (antes) y el pase (después) transcurre menos de un segundo (esta es la situación en la cual el jugador que pasa la pelota “gana la espalda” del defensor, inactivando así por completo su participación, y ganando ya él mismo el espacio detrás de la defensa, deja a su compañero a quien le pasa la pelota en inmejorable posición).

Miguel A. Hernández
San Isidro Club

ALGUNOS EJERCICIOS PARA ENTRENAR LA CONTINUIDAD

En este ejercicio se puede entrenar la continuidad del juego, agregando un cruce. Un buen ejercicio para que trabaje el medio scrum.-



En este ejercicio se puede entrenar la continuidad con reposicionamiento y pase. Otro buen ejercicio para el medio scrum.-

En este video de Nueva Zelanda, se pueden ver varios ejercicios que progresivamente irán preparando al jugador a estar predispuesto a no "morir" con la pelota.


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